Al momento de plantearnos la interrogante con relación a la ética y los valores a tener en cuenta en la aplicación de la tecnología a nuestra labor docente, nos vemos en la necesidad de revisar y revalorar esos valores tradicionales que desde siempre han permeado nuestra profesión. Cuando hablamos de avances tecnológicos, tenemos que tener siempre pendiente que por más “avances” y “tecnología”, estos siguen siendo manejados por seres humanos, pensantes, críticos y que pertenecen a una sociedad y grupo cultural. Es por esto entonces que al pensar en los valores que como docentes debemos tener en cuenta en cuanto al uso de la tecnología, es imperante que hablemos de respeto, responsabilidad, e integridad. A partir de estos tres principios básicos de la ética general, podemos educar a nuestros estudiantes en cuanto a conocer cuando invadimos la privacidad de los demás, o cuando no estamos siendo responsables por nuestros actos aun cuando nadie está mirando. Otro aspecto muy importante en el uso de la tecnología, es el de saber manejarla como complemento enriquecedor de nuestras ideas y pensamientos, y no lo contrario. Según Roszak, citado en Romero, 1999:
"Si los maestros carecen de tiempo, incentivo o ingenio para proporcionarlo, si los estudiantes se sienten demasiado desmoralizados, aburridos o distraídos para prestar la atención que sus maestros necesitan recibir de ellos, entonces ése es el problema educativo que hay que resolver --y resolverlo a partir de la experiencia de los maestros y los estudiantes. Si en vez de ello se recurre al ordenador, no es una solución, sino una rendición".
A partir de esta cita, volvemos a plantear al educador en una postura desde donde debe buscar la manera de servir de modelo a sus estudiantes en cuanto a la utilización apropiada del uso de la tecnología; así como también, educar con conciencia ante el reto que presenta la tecnología de este siglo XXI como un riesgo y una herramienta efectiva en el desarrollo del conocimiento, los pensamientos y la capacidad crítica.
Queda ahora seguir buscando alternativas en cuanto al balance que debe existir entre la tecnología y la no tecnología, educar a nuestros estudiantes al cómo nos manejamos en cuanto a la información que viene del mal manejo de la tecnología. También existe el reto que presenta el cambio continuo, la rápida caducidad de la información y la necesidad de una formación permanente para adaptarse a los requerimientos de la vida profesional y para reestructurar el conocimiento personal. De ahí la necesidad de capacitaciones docentes que promuevan el uso apropiado y efectivo de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación. Es entonces a partir de estos retos que viene la necesidad de solucionar el conflicto marcado por una brecha generacional, entre lo tradicional y lo moderno, el poder adaptarnos al cambio sin negarnos a nosotros mismos y perder nuestra autonomía, y como maestros, convertirnos en ciudadanos del mundo (y desarrollar una función social) sin perder nuestras raíces dentro de lo global.
A modo de conclusión nos debemos y tenemos la responsabilidad de retomar los valores tradicionales y a partir de estos crear una conciencia ética para el uso apropiado, edificante y eficiente de la tecnología.
1 comentarios:
Es evidente que en este trabajo queda muy claro que cada día la tecnología va en aumento, proveyéndoles a los usuarios un sin número informaciones descontroladas y como educadores debemos tener siempre en cuentar fomentar a nuestros estudiante la importancia del uso apropiado de la tecnología. Y principalmente enseñando con el ejemplo.
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