¿Tecnología o metodología? ¿Por qué es necesario integrar la tecnología apoyada de una metodología innovadora de calidad?

Al momento de plantearnos una respuesta ante esta pregunta, debemos siempre de mirar un poco la realidad que se vive diariamente en nuestras aulas públicas y privadas. Muchas veces entendemos que por el mero hecho de contar con los recursos tecnológicos más modernos e innovadores, tenemos ya la clave para una educación de calidad. Pasamos por alto, en muchos casos, el hecho de que todos estos avances tecnológicos necesitan, o más bien, requieren que sepamos utilizarlos e implementarlos en nuestra labor docente de manera apropiada. La falta de capacitación de personal para la utilización de estos recursos, la falta de espacios en los cuales se pueda interactuar con estas herramientas, y la falta de información por parte de los profesores para hacer uso e implementación de las nuevas tecnologías en los espacios educativos crea sentimientos encontrados a la hora de responder a la pregunta ¿Tecnología o Metodología? Blázquez y Martínez (1995, 447) hacen la observación de que “la organización de los recursos tecnológicos en los centros posee (…) mayor importancia de lo que pudiera parecer. Muchas veces se frustra su utilización, su inserción y explotación en la intervención curricular por no contar con esta importante condición”.

Se hace entonces necesaria esta reflexión en cuanto a la labor educativa docente frente al gran reto que presenta la tecnología aplicada a la enseñanza en la actualidad. A mi entender no es posible lograr una educación de calidad divorciada de unas estrategias metodológicas que promuevan el desarrollo de destrezas del pensamiento y habilidades básicas en nuestros estudiantes; ya que los avances tecnológicos no tienen la capacidad de pensar, analizar, discriminar y criticar una información. Ahora, lo que sí queda bastante claro es que la tecnología viene a complementar, apoyar y enriquecer un proceso educativo que cuenta con unas estrategias metodológicas fuertes y apropiadas para la realidad de cada uno de sus actores.